Por qué el compromiso de la dirección es lo primero en SQF
El Código de alimentos de calidad segura (SQF, por sus siglas en inglés) no comienza con el análisis de peligros, la higiene o los controles de procesos, sino que comienza con el compromiso de la gerencia. Esto se debe a que un sistema de seguridad alimentaria solo puede tener éxito cuando el liderazgo se invierte activamente en su implementación, supervisión y mejora continua.
SQF reconoce que, sin responsabilidad descendente, incluso los programas de seguridad alimentaria más sólidos corren el riesgo de convertirse en ejercicios de verificación. En su lugar, el estándar exige una cultura en la que el liderazgo impulse la responsabilidad, se prioricen los recursos y la seguridad alimentaria se incorpore en las operaciones diarias.
Con la Edición 10 de SQF en el horizonte, las expectativas en torno a la participación del liderazgo, la cultura de seguridad alimentaria y la responsabilidad medible solo están aumentando, lo que hace que ahora sea el momento de fortalecer el compromiso de alto nivel.
Qué requiere SQF de la alta dirección
En virtud de la Edición 9 del SQF (y probablemente continúe evolucionando en la Edición 10), el compromiso de la dirección es un conjunto de responsabilidades específicas y auditables, no un principio vago. Estos incluyen:
- Establecimiento de objetivos de seguridad alimentaria: Objetivos claros y medibles vinculados al rendimiento y al cumplimiento que se revisan a intervalos regulares.
- Nombramiento de un profesional de SQF: Una persona cualificada con la autoridad y competencia para implementar y mantener el sistema SQF.
- Proporcionar recursos adecuados: Personal, tiempo, tecnología e infraestructura para apoyar las actividades de seguridad alimentaria.
- Participación en revisiones internas del sistema: La dirección debe participar activamente en la revisión de la eficacia del sistema SQF y en la realización de acciones de seguimiento.
- Defender la cultura de la seguridad alimentaria: Se espera que la gerencia modele el comportamiento, apoye la comunicación y mantenga un enfoque de puerta abierta para las preocupaciones de seguridad alimentaria.
No son sugerencias, son criterios de auditoría. Los auditores buscan de forma rutinaria pruebas de la implicación de la dirección en actividades clave de seguridad alimentaria y documentación que refleje la responsabilidad del liderazgo.
Cómo el liderazgo establece el tono
El comportamiento de liderazgo cae en cascada. Cuando la alta gerencia trata la seguridad alimentaria como una prioridad estratégica, esa actitud se filtra a todos los niveles de la organización, desde los trabajadores de la línea de producción hasta los gerentes de nivel medio. La seguridad alimentaria se convierte en algo más que el cumplimiento: se convierte en la identidad de la empresa.
Formas prácticas en las que el liderazgo puede reforzar el compromiso:
- Asistir a sesiones de formación sobre seguridad alimentaria y SQF junto con el personal
- Camine por las plantas de producción con regularidad y haga preguntas sobre los procedimientos
- Hacer referencia a los objetivos de seguridad alimentaria durante las reuniones de equipo o las revisiones de rendimiento
- Incluir los KPI de seguridad alimentaria en los paneles de control y los informes de toda la empresa
- Asignar gastos de capital para las mejoras necesarias antes de que los hallazgos de la auditoría forcen la acción
Consejo profesional: Las instalaciones que alinean los objetivos de seguridad alimentaria con los KPI empresariales, como reducir las quejas de los clientes, minimizar el retrabajo o aumentar la fiabilidad de la vida útil, ven una mayor aceptación del liderazgo y una mayor responsabilidad entre departamentos.
Revisiones de la dirección: Hacer que la supervisión tenga sentido
SQF requiere que la alta dirección participe en revisiones formales de gestión a intervalos definidos, y la Edición 10 probablemente pondrá aún más énfasis en la participación significativa y los resultados procesables.
Estas revisiones no son ceremoniales; son el mecanismo a través del cual:
- Se revisan y revisan los objetivos
- Las no conformidades se evalúan sistémicamente
- Se realiza un seguimiento de las tendencias en quejas, problemas con proveedores o hallazgos de auditorías
- Se planifican los recursos de capacitación, equipos o personal
Registrar Corp recomienda utilizar plantillas estructuradas para revisiones de gestión que incluyan:
- Objetivos anteriores frente al rendimiento real
- Resúmenes de datos (auditorías internas, quejas, rechazos, retiradas)
- Aportaciones interfuncionales de los líderes de producción, calidad y saneamiento
- Propietarios asignados y plazos de seguimiento
Escollos comunes de SQF y cómo evitarlos
Muchas instalaciones se quedan cortas no debido a negligencia, sino porque subestiman la profundidad de participación requerida por SQF. Evite estos errores frecuentes:
- El liderazgo está desvinculado: El profesional de SQF soporta toda la carga sin aportaciones ejecutivas.
- Los objetivos carecen de claridad: “Mejorar la seguridad alimentaria” no es procesable sin puntos de referencia o plazos.
- Acciones correctivas estancadas: Sin seguimiento de gestión, las causas raíz siguen sin resolverse.
- La capacitación carece de presencia de liderazgo: Cuando la dirección omite la formación, envía un mensaje de que la seguridad alimentaria es un “problema de control de calidad”.
Consejo práctico: Trate su sistema SQF como cualquier iniciativa crítica para el negocio: presupuestar para él, revisarlo, asignar responsabilidad y celebrar los éxitos.
La recompensa del compromiso real
Las instalaciones que demuestran un compromiso real con la gerencia, no solo con el cumplimiento, tienden a:
- Lograr mejores puntuaciones de auditoría y menos no conformidades repetidas
- Construir una colaboración más sólida entre departamentos
- Atraer y retener al personal operativo y de calidad superior
- Fortalecer las relaciones con los compradores y desbloquear nuevos mercados
- Reducir la responsabilidad a través de una postura proactiva de seguridad alimentaria
Al final, el compromiso no es una política, es un comportamiento. Con la Edición 10, que eleva las expectativas, las empresas alimentarias que institucionalizan la responsabilidad de liderazgo serán las que prosperen, no solo sobrevivirán.