ISO 13485 promotes continuous improvement in all medical devices like the one featured in this image.

Medición, análisis y mejora en dispositivos médicos: Impulsar la calidad a través de sistemas basados en datos

May 16, 2025

Written by Marco Theobold


En el mundo de la fabricación de dispositivos médicos, mantener el cumplimiento ya no es suficiente por sí solo. El entorno normativo actual exige sistemas proactivos y basados en datos que permitan a las empresas no solo detectar problemas, sino también mejorar continuamente sus procesos y el rendimiento del producto. El concepto de medición, análisis y mejora, descrito en la cláusula 8 de la norma ISO 13485:2016 y reforzado por la norma 21 CFR Parte 820 en los Estados Unidos, es fundamental para mantener un sistema de gestión de la calidad (QMS) eficaz. Estos procesos son los mecanismos mediante los cuales una organización supervisa la conformidad, evalúa la eficacia del sistema, analiza los datos de rendimiento e impulsa acciones correctivas y preventivas.

Este artículo profundiza en los elementos críticos de la Cláusula 8, explorando cómo construir marcos sólidos para la supervisión de la calidad, la auditoría interna, la interpretación de datos y la mejora continua. Ofrece información práctica para líderes normativos, profesionales de la calidad y gerentes operativos encargados de mantener la integridad del producto, la seguridad del paciente y el cumplimiento a largo plazo.

Base regulatoria para la medición y la mejora

La cláusula 8 de la norma ISO 13485:2016 describe un enfoque estructurado de garantía de calidad que requiere que los fabricantes planifiquen e implementen procesos para supervisar, medir, analizar y mejorar su QMS. Estos requisitos se hacen eco en el Reglamento del Sistema de Calidad (QSR) de la FDA, que exige procedimientos para medidas correctivas y preventivas, manejo de quejas y técnicas estadísticas según 21 CFR §820.100, §820.198 y §820.250 respectivamente.

En conjunto, estas regulaciones enfatizan que las organizaciones deben recopilar pruebas objetivas de conformidad, analizar tendencias, identificar no conformidades y actuar de manera decisiva para mitigar los riesgos. Es importante destacar que estos sistemas deben ser reactivos y proactivos, equipados para manejar los problemas del producto a medida que surgen y para evitarlos a través de la supervisión predictiva de datos y bucles de retroalimentación.

Supervisión y medición de procesos

La supervisión de los procesos operativos es un elemento fundamental de la cláusula 8.2.5, que requiere que los fabricantes establezcan metodologías que confirmen si los procesos del QMS funcionan según lo previsto. Esto no significa simplemente marcar casillas o completar formularios. Significa comprender qué métricas son críticas para la calidad (CTQ), definir cómo se supervisarán y establecer umbrales de rendimiento aceptables.

Por ejemplo, los fabricantes pueden realizar un seguimiento de las tasas de rendimiento de primer paso en las líneas de producción, las tasas de no conformidad en la inspección entrante o los ciclos de revisión de documentos en los sistemas de control de cambios. La supervisión debe extenderse a lo largo del diseño, la producción, la calidad del proveedor, el rendimiento poscomercialización y las operaciones internas.

Cuando se producen desviaciones de los resultados planificados, las organizaciones deben iniciar el análisis de la causa raíz y tomar las medidas correctivas adecuadas. Todas las mediciones deben estar respaldadas por procedimientos documentados, equipos calibrados y registros que permitan el análisis retrospectivo.

Auditorías internas como herramienta de mejora

Las auditorías internas son más que requisitos de cumplimiento; son una de las herramientas de diagnóstico más potentes disponibles para una organización orientada a la calidad. La cláusula 8.2.4 de la norma ISO 13485 especifica que las auditorías deben planificarse, realizarse a intervalos definidos y cubrir todo el alcance del QMS.

Un programa de auditoría exitoso comienza con un programa de auditoría basado en el riesgo, donde los procesos de alto riesgo o bajo rendimiento se revisan con más frecuencia. Cada auditoría debe basarse en criterios documentados, realizados por personal formado e independiente, y dar lugar a hallazgos objetivos, no solo listas de verificación.

Los informes de auditoría deben identificar tanto las no conformidades como las oportunidades de mejora. Estos hallazgos deben incorporarse al proceso CAPA y la eficacia de la auditoría debe evaluarse durante la revisión de la dirección. El seguimiento constante y el cierre de los resultados de la auditoría es un indicador clave de rendimiento para la madurez del QMS.

Mecanismos de retroalimentación y manejo de quejas

Las cláusulas 8.2.1 y 8.2.2 exigen que los fabricantes establezcan procesos para recopilar comentarios tanto de fuentes internas como externas. Los comentarios no se limitan a quejas formales, sino que incluyen sugerencias, informes de servicio, encuestas de usuarios, comentarios de distribuidores y datos de rendimiento clínico.

La gestión de reclamaciones es un subconjunto especializado de la gestión de comentarios que requiere clasificación, investigación y documentación estructuradas. La norma 21 CFR §820.198 de la FDA describe expectativas rigurosas para registrar, evaluar y resolver quejas, especialmente aquellas que implican posibles fallos o daños en el dispositivo.

Los comentarios deben analizarse en busca de tendencias y señales. Por ejemplo, un aumento en los problemas de usabilidad notificados por el cliente puede indicar deficiencias en el diseño o deficiencias en la formación. Los datos de comentarios deben ser revisados continuamente por equipos interdisciplinarios y, cuando corresponda, desencadenar CAPA, cambios de diseño o formación adicional.

Análisis de datos e identificación de tendencias

La cláusula 8.4 exige que los fabricantes recopilen y analicen datos para demostrar la eficacia del QMS e identificar dónde se pueden realizar mejoras. Los datos deben recopilarse de una amplia gama de fuentes: resultados de producción, rendimiento del proveedor, vigilancia posventa, resultados de auditorías y satisfacción del cliente.

El análisis debe ir más allá de la tabulación. Debe buscar patrones, valores atípicos y tendencias emergentes. Las técnicas estadísticas, como los gráficos de control, el análisis de Pareto y el modelado de regresión, ayudan a los equipos de calidad a interpretar los datos de forma significativa. La FDA alienta el uso del control estadístico de procesos (SPC) para monitorear la variabilidad y detectar señales de advertencia tempranas.

Las organizaciones deben desarrollar paneles de datos y tarjetas de puntuación de KPI para supervisar las métricas de calidad críticas en tiempo real. Los informes de tendencias deben revisarse durante la revisión de la dirección y utilizarse para impulsar decisiones estratégicas sobre la mejora de procesos, la asignación de recursos y las mejoras de diseño.

Acción correctiva y preventiva (CAPA)

El proceso CAPA es una de las áreas más analizadas de cualquier auditoría o inspección del QMS. Las cláusulas ISO 13485 8.5.2 y 8.5.3, junto con 21 CFR §820.100, requieren que los fabricantes establezcan procedimientos para identificar no conformidades, investigar las causas raíz, implementar correcciones y verificar la efectividad de las acciones adoptadas.

Un sistema CAPA eficaz comienza con una definición adecuada del problema. Las declaraciones de problemas vagas o demasiado amplias conducen a investigaciones ineficaces. Herramientas como los 5 porqués, los diagramas de espina de pescado y el análisis del árbol de fallos pueden ayudar a determinar la causa raíz subyacente.

Una vez identificada la causa raíz, la acción correctiva elimina el problema actual, mientras que la acción preventiva busca evitar la recurrencia o la aparición de problemas similares en otro lugar. Las comprobaciones de efectividad, a menudo ignoradas, son esenciales para confirmar que la acción funcionó. Las CAPA deben estar vinculadas a la gestión de riesgos, los cambios de diseño y los programas de formación cuando sea pertinente.

Cultura de mejora continua

La medición y el análisis solo son tan valiosos como la cultura organizativa que los respalda. La mejora continua (cláusula 8.5.1) debe integrarse en las operaciones diarias, apoyarse por el liderazgo y alinearse con los objetivos estratégicos.

Las empresas de alto rendimiento tratan las no conformidades y las quejas no como fallos, sino como oportunidades para aprender y perfeccionar. Fomentan la transparencia, reconocen a los equipos por sus esfuerzos de mejora y asignan recursos para la innovación.

Herramientas como los eventos Lean, Six Sigma y Kaizen pueden formalizar la mejora continua. Pero en esencia, la cultura de mejora requiere compromiso de liderazgo, compromiso de los empleados y el valor para realizar cambios basados en datos, incluso cuando desafían los sistemas heredados.

Creación de un ecosistema de calidad basado en datos

La medición, el análisis y la mejora no son funciones auxiliares dentro de un QMS: son su motor principal. Cuando se diseñan y ejecutan correctamente, estos sistemas transforman los marcos de cumplimiento pasivo en ecosistemas ágiles e impulsados por la información capaces de evolucionar con la complejidad del producto, las demandas del mercado y las expectativas regulatorias.

Las organizaciones que dominan la Cláusula 8 y sus requisitos equivalentes de la FDA están mejor posicionadas para detectar y corregir riesgos de forma temprana, reducir el coste de la mala calidad y generar confianza normativa. Y lo que es más importante, son capaces de impulsar una mejora continua que respalde la innovación, la satisfacción del cliente y el crecimiento empresarial a largo plazo.

En un entorno de dispositivos médicos cada vez más definido por pruebas del mundo real, la responsabilidad clínica y la armonización global, la medición y la mejora no son opciones, sino imperativos.

Autor


Marco Theobold

A highly regarded expert in medical device and drug regulations by the U.S. Food & Drug Administration (FDA), Marco brings a unique perspective for medical device and drug companies seeking to distribute products in the United States. He proudly provides guidance on FDA regulations for pharmaceutical, medical device, and radiation emitting device (RED) companies.

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